La serie que está rompiendo todas las estadísticas con respecto a cantidad de visualizaciones en Netflix se convirtió en la peor de las pesadillas para el dueño del número de teléfono que aparece en la tarjeta que recibe Ki-hoon para participar en el mortal Juego del Calamar.
Por Infobae
Este thriller psicológico-que cuenta con una calificación de 100% según Rotten Tomatoes- tiene a una gran cantidad de usuarios de Netflix atrapados y la maratón de la serie está a la orden del día. Se trata de un grupo de personas que participan de un misterioso concurso (extremadamente creepy) en el que deben pasar distintas etapas de juegos de niños. Si no lo logran, mueren literalmente. Pero quienes logran pasar de ronda participan de un premio increíble en el que pueden ganar más de 37 millones de dólares.
Nada mal para este grupo de desahuciados, elegidos a la perfección por los reclutadores, que están llenos de deudas económicas y sus vidas personales se encuentran en un barranco. Son justamente esos buscadores de personas desesperadas los que les entregan a cada uno de los próximos participantes una tarjeta con unos símbolos en un lado (círculo, triángulo y cuadrado) y en el otro el número de teléfono al que deben llamar para sumarse al juego. Pero un gran descuido se llevó a cabo y esa tarjeta lejos de ser un elemento más dentro de la trama se convirtió en una pesadilla.
El conflicto con la dueña de la línea que usó la serie se desata en el segundo episodio donde el protagonista se dirige a la comisaría para denunciar lo que vio en ese sitio donde se llevan a cabo los juegos. Al dorso de una tarjeta figura el número de teléfono correspondiente a esta persona real de carne y hueso que nada sabía de El juego del calamar ni mucho menos que su celular figuraba en la ficción que se ve en 190 países alrededor del mundo. Justamente en ese episodio los policías comienzan a llamar al número en cuestión y así queda grabado en la memoria.
4.000 llamadas diarias
Así es como miles de seguidores de la serie decidieron marcar el número (agregándole el prefijo 010 correspondiente a Seúl). Y la vida de esa persona anónima, que usaba el teléfono para su trabajo, se convirtió en una película de terror. Aunque la producción le recomendó cambiar el número, la mujer se resiste porque sería un incordio contactar a toda su agenda nuevamente. De hecho sugirió al periódico local Chosum que le habrían ofrecido una compensación económica en principio de 1 millón de wones (poco menos de mil dólares aproximadamente) y luego de 5 millones. La mujer se resisitió.
La persona que hasta ahora decidió permanecer en el anonimato -pero que un diario surcoreano identificó con el apellido Kim- afirmó que está recibiendo “llamadas y mensajes de texto sin fin, 24/7, hasta el punto de no poder continuar con mi vida diaria. Es el número que tengo desde hace más de diez años, pero estoy a punto de cambiarlo. Me llegan unas 4000 llamadas por día, No me di cuenta de lo que estaba pasando porque no he visto la serie. Me lo dijeron en una de estas conversaciones”, afirmó el dueño del número .
También se quejó por la duración de su batería que con tanta actividad se descarga al mediodía.
Netflix violó una ley
Agobiada por la situación, se remitió a Netflix para que le den una explicación reclamándoles la violación de alguna ley de protección de datos. Hasta ahora desde la plataforma dijeron que “Tanto Netflix como Cyron Pictures son conscientes del problema e intentaremos resolverlo”. La persona damnificada también presentó una demanda contra el creador de la serie, Dong-hyuk Hwang, y le rogó a los fanáticos que no lo molesten más.
Mientras intentan encontrar una solución, la plataforma disfruta de la mina de oro que se está convirtiendo El juego del calamar, la primera serie coreana en liderar las listas mundiales de audiencia.
Error de producción
Según el portal coreano Koreaboo, se trató de un severo error de producción que debería haber tapado o cambiado los tres últimos dígitos del teléfono para evitar que esta mujer sufriera tal acoso. De hecho, es importante resaltar que esta falta estaría violando el artículo número 59 de la Ley de protección de datos personales que rige en Corea del Sur lo que implicaría una indemnización millonaria que debería recibir la persona afectada. Pero, ¿podrán ahora retirar el número de teléfono de los episodios en los que aparece? La idea resulta en principio difícil de llevar a cabo.