“La situación en el lugar sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de un ataque terrorista en el aeropuerto sigue siendo alta”, escribió el presidente de Estados Unidos en un comunicado tras reunirse con sus asesores militares y de seguridad. “Nuestros comandantes me informaron que era muy probable que se produjera un ataque en las próximas 24 a 36 horas”, agregó.
El mandatario hizo esas declaraciones después de reunirse con su equipo de seguridad nacional, compuesto por generales y miembros de su Gobierno. Explicó que ha pedido a los altos cargos militares en Afganistán que tomen “todas las medidas necesarias” para proteger a los soldados mientras continúan su misión para evacuar a ciudadanos estadounidenses y colaboradores afganos antes de la retirada definitiva, fijada para el 31 de agosto. Al respecto, prometió que EEUU continuará con su misión de evacuación pese a la “traicionera” situación en Afganistán.
“Los 13 miembros del servicio que perdimos fueron héroes que hicieron el máximo sacrificio al servicio de nuestros más altos ideales estadounidenses y mientras salvaban las vidas de otros. Su valentía y abnegación han permitido que más de 117.000 personas en peligro estén a salvo hasta ahora. Que Dios proteja a nuestras tropas y a todos los que hacen guardia en estos días peligrosos”, afirmó en el comunicado el mandatario norteamericano.
Según confirmó el Pentágono, los restos de 13 soldados estadounidenses muertos en un atentado suicida perpetrado el jueves pasado por la filial afgana del grupo Estado Islámico, conocida como ISIS-K, ya están en vuelo a Estados Unidos. Su viaje marca un momento doloroso en una guerra estadounidense de casi 20 años que costó más de 2.400 vidas de militares estadounidenses y que está terminando con el regreso al poder de un movimiento talibán que fue derrocado cuando las fuerzas estadounidenses invadieron en octubre de 2001.
Con información de INFOBAE