La Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), presidida por Luis Almagro, emitió un comunicado donde rechaza la destitución de los magistrados de la Sala de lo Consitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador y la del Fiscal General, Raúl Melara, así como las acciones del Poder Ejecutivo que guiaron estas decisiones.
A continuación el comunicado completo:
La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) expresa que, ante las decisiones adoptadas ayer por la Asamblea Legislativa de El Salvador, rechaza la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y la del Fiscal General, Raúl Melara, así como las acciones del Poder Ejecutivo que guiaron estas decisiones.
La Secretaría General entiende que es imprescindible en esta coyuntura dar continuidad a los trabajos iniciados por la Misión Especial presidida por Santiago Cantón en la aplicación de la Carta Democrática Interamericana -invocando el articulo 17 de la misma-, conforme a lo solicitado por el Poder Ejecutivo y la anterior legislatura salvadoreña. Las conclusiones y recomendaciones del Informe de la Misión son de extrema validez y constituyen orientaciones necesarias en el contexto actual de crisis.
Por otra parte, los trabajos de la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), especialmente las investigaciones en curso que la misma realiza en el marco de la lucha contra la corrupción, deben continuar y ser profundizadas.
En la democracia las mayorías tienen la responsabilidad de ser garantes fundamentales para asegurar el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos. Cuando las mayorías imponen una visión única y uniformizada para el resto del sistema político, están socavando estos principios. Cuando las mayorías eliminan los sistemas de pesos y contrapesos en el marco institucional están alterando la esencia del funcionamiento del mismo.
El más pleno respeto al Estado de Derecho Democrático es esencial. Las mayorías parlamentarias y la acción de Gobierno deben fortalecerlo permanentemente con diálogo político para el mejor funcionamiento de la democracia. Las acciones que lleven a su erosión y a la cooptación del Poder Judicial solamente conducen a una sociedad injusta, basada en la impunidad y en la persecución política.