Un total de 103 mujeres tras las rejas en el anexo femenino de la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) en San Juan de los Morros, estado Guárico, denunciaron que además de las condiciones inhumanas a las que sobreviven dentro del penal, también tienen que pagar para recibir la paquetería (alimentos e insumos personales) que les llevan sus familiares.
Según conoció el equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), las reclusas son víctimas de presunta corrupción por parte de funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios, quienes supuestamente cobran a los familiares para permitirles el ingreso de alimentos u otros paquetes, no quisieron revelar un monto exacto, pero se estima que sobrepasa los 10 dólares.
Por su parte, los familiares aseguraron que la mayoría no tienen recursos suficientes para proveer a las mujeres detenidas y lo poco que les llevan es producto de un gran esfuerzo, todo esto aunado al gasto de transporte. Es por esta razón que trasladarse hasta la PGV se ha convertido en un calvario.
De la misma forma aseguraron que las 103 privadas de libertad sufrieron demasiado por la escasez de alimentos, pues su dieta diaria estaba basada en bollos, arepa sin relleno o alguna verdura cocida. Tras varios reclamos, la directiva del anexo femenino ha tomado algunos recaudos para mejorar la situación, pero las reclusas temen que en cualquier momento vuelvan a lo mismo.
En cuanto al agua potable, el equipo del OVP conoció que el líquido es suministrado a través de camiones cisternas.
Visitas restringidas
Por el contexto de la pandemia por COVID-19 en Venezuela, las visitas a los privados de libertad fueron restringidas para evitar la propagación del virus; sin embargo, mucho antes de esto ya las mujeres tenían ciertas condiciones para ver a sus familiares.
Dentro de este penal continúan restringiendo las visitas de hombres, por lo que las reclusas tienen mucho tiempo sin contacto con sus padres, hermanos y parejas. Además tienen derecho a visita conyugal siempre y cuando el Ministerio de Servicios Penitenciarios lo permita tras efectuar un papeleo.
En tanto, los niños solo pueden ingresar en fechas especiales como navidad, día de las madres o día del niño. Desde el año pasado las mujeres privadas de libertad en la PGV no han podido abrazar a sus hijos, situación que se repite en los recintos penitenciarios de todo el territorio nacional.