Siete décadas después de iniciada la tradición, el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica, NORAD, continúa rastreando cada Nochebuena el recorrido de Santa Claus alrededor del mundo. El seguimiento comienza en Nueva Zelanda y Australia, donde anochece primero, y se extiende luego por Asia, África y Europa, hasta culminar en América, permitiendo que millones de personas acompañen simbólicamente el viaje.
Para que los niños puedan seguir el trayecto en tiempo real, NORAD habilita cada año el sitio web noradsanta.org, disponible en nueve idiomas, con un mapa interactivo que muestra a Santa y a sus renos desplazándose de país en país. La plataforma también informa cuántos minutos faltan para cada parada e incluye un contador que suma los millones de regalos entregados durante la noche.
La experiencia se complementa con un centro de atención telefónica atendido por cerca de 1.000 voluntarios estadounidenses y canadienses, quienes responden preguntas de los niños sobre la ubicación y las tradiciones de Santa Claus. En 2024, alrededor de 380.000 llamadas fueron recibidas en la base Peterson, en Colorado Springs, una de las sedes del comando. Entre las dudas más frecuentes destaca qué ocurre si los niños están despiertos, a lo que NORAD responde de forma categórica que Santa solo deja regalos cuando están dormidos.
La tradición ha alcanzado tal relevancia que incluso figuras políticas se han sumado a la iniciativa. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene previsto participar atendiendo llamadas, como lo hicieron algunos de sus predecesores. Mientras tanto, NORAD asegura que utiliza tecnología militar real —radares de largo alcance, sensores infrarrojos y confirmaciones aéreas— para seguir el trineo, una práctica que el Pentágono recordó públicamente en 2024 al aclarar que Santa es un objeto volador plenamente autorizado.
Con información de EFE













