Un reportaje de Reuters reveló que agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) han intensificado la vigilancia y amenazas contra familiares de hombres muertos en bombardeos estadounidenses a narcolanchas, en el estado Sucre.
De acuerdo con testimonios recogidos por la agencia, tras los ataques que dejaron más de 80 fallecidos en operaciones marítimas de EE.UU., agentes del SEBIN visitaron a parientes de las víctimas, registraron sus viviendas y les advirtieron que no publicaran información sobre las muertes en redes sociales.
En la localidad costera de Guiria, residentes denunciaron un aumento de patrullajes de seguridad desde septiembre, con presencia de funcionarios de SEBIN, DGCIM, fuerzas armadas y colectivos aliados al oficialismo. Los operativos incluyen retenes y rondas nocturnas, generando un clima de temor y silencio.
“Antes no eran tan persistentes, ahora están en todas partes, todo el tiempo”, dijo un líder comunitario bajo condición de anonimato.
En Carúpano, testigos señalaron que el DGCIM instaló un centro de operaciones en un hotel estatal de Río Caribe, lo que ha reducido la actividad en espacios públicos por miedo a la vigilancia.
El reportaje también describe el colapso económico local: el comercio informal con Trinidad y Tobago se ha detenido, no salen embarcaciones de ningún tipo y los negocios solo registraron movimiento reciente por pagos de bonos gubernamentales.
“Todo está prácticamente muerto”, relató una trabajadora de una tienda de alimentos.












