La mitad de Cuba estará estará afectada por apagones de forma simultánea durante el horario de mayor consumo de energía en la tarde-noche este viernes ya que la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) prevé una afectación del 50 % en ese horario.
La crisis energética en la isla caribeña es constante y se agravó en el último trimestre del año pasado cuando ocurrieron tres apagones nacionales. La situación no ha mejorado este año que ya registró el mayor índice de afectación reportado en al menos dos años con el 57 % del país a oscuras.
En la actualidad, algunas regiones del interior del país sufren cortes en el suministro eléctrico de más de 20 horas diarias y en La Habana los apagones rotativos oscilan entre las cuatro y las seis horas diarias.
La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, calcula para la jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.695 megavatios (MW) en el horario “pico”, en la tarde-noche para una demanda de 3.250 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.555 MW y la afectación real -los circuitos que se desconectarán preventivamente para evitar un apagón desordenado- alcanzará los 1.625 MW en el momento de mayor consumo.
La UNE informó que nueve de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales) están averiadas o en mantenimiento actualmente. Además, 76 centrales de generación distribuida y una central flotante (patana), entre otras instalaciones, están fuera de servicio por falta de combustible (fueloil y diésel).
Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.
Las centrales termoeléctricas están obsoletas, tras décadas de explotación y déficit de inversiones; y la paralización de otras infraestructuras está ligada a la falta de fueloil y diésel, porque el Estado no tiene divisa para importarlos.
Según diversos cálculos independientes, la dictadura cubana precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional, una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.
Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio régimen. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance del 1 %.
Con información de EFE