El número diario de refugiados sirios en Turquía que regresan a su país se ha triplicado tras la caída del régimen de Bashar Al Assad, hace una semana, y muestra una tendencia a seguir aumentando, según datos del Gobierno turco difundidos este domingo.
El pasado lunes, un día después de que Al Assad huyera a Rusia, se registró la salida de Turquía de 1.259 sirios, cifra que ha ido en aumento hasta llegar el viernes a los 1.847, informó el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, en un comunicado publicado esta madrugada en la red social X.
Frente a una media de 11.000 retornos al mes en los primeros once meses de este año, la cifra del lunes es más del triple a la media diaria, de unos 350, que se deduce de ese promedio mensual, según datos que el ministro proporcionó horas antes al Parlamento.
Yerlikaya recordó que la gran mayoría de los 2,9 millones de refugiados sirios registrados actualmente en Turquía son oriundos de regiones del noroeste de Siria, más o menos cercanas a la frontera turco-siria.
En concreto, 1,2 millones provienen de la provincia de Alepo, cuya capital, la segunda mayor ciudad de Siria, está en fase de reconstrucción tras haber sido una de las más destruidas durante la guerra civil.
Menores son los contingentes de personas que vivían en la provincia de Idlib (189.000), de Deir ez-Zor, en el sureste (107.000), y de Hama (104.000), en el centro del país.
También hay 97.000 de la región de Hasaka, en el noreste, de población mayoritariamente kurda, 89.000 oriundos de Damasco y 84.000 procedentes de Raqqa, que fue durante años feudo del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Otros 70.000 llegaron desde Homs y 31.000 desde Latakía, provincia fronteriza con Turquía y con mayoría de población alawí, la rama religiosa del islam a la que pertenece la familia de Al-Asad.
Del total, casi un tercio -877.000- son menores nacidos en Turquía en los últimos trece años, es decir, hijos de sirios refugiados.
«Hemos gestionado la migración y seguiremos gestionándola con respeto a los derechos humanos y las libertades», declaró el ministro.
Las autoridades turcas fomentan desde hace años el regreso de los refugiados a su país mediante diversas iniciativas, como la de ofrecerles transporte gratuito hasta la frontera.
Sin embargo, muchos se abstienen de retornar ante la condición impuesta por Ankara de que la decisión debe ser definitiva.
Al firmar el formulario de «salida voluntaria», los refugiados son dados de baja en el registro de «acogidos temporalmente», el estatus legal que tienen los sirios en Turquía y que les permite, por ejemplo, acudir al sistema de salud pública turca o enviar a sus hijos al colegio.
Al pasar el control deben entregar el carné correspondiente, que será destruido, y no pueden volver a Turquía en las mismas condiciones.
Por el momento, quienes escogen esta vía son sobre todo hombres jóvenes con poco arraigo en Turquía, mientras que las familias ya asentadas, con empleo estable, negocios o tiendas, están planificando un posible retorno en un futuro cercano, condicionado a que se estabilice la situación en Siria, según han declarado a EFE varios refugiados en Estambul. EFE