La depresión aislada en niveles altos (dana o gota fría) que sufre España desde el martes ha causado ya, al menos, 95 muertos, un indeterminado número de desaparecidos y cuantiosos daños por unas inundaciones torrenciales especialmente fuertes en la Comunidad Valenciana y en Castilla-La Mancha, por el que el Gobierno decretó tres días de luto tras la «gota fría del siglo».
El Ejecutivo regional valenciano confirmó que la cifra provisional de víctimas mortales por las inundaciones causadas por el episodio meteorológico en la provincia de Valencia asciende a 92 personas, por lo que continúa el goteo de confirmaciones de muertes, que comenzó esta mañana con una primera cifra oficial de 51 fallecidos, que a mediodía se elevó a 62, a primera hora de esta tarde a 70, y actualmente se sitúa ya en 95.
Del total de fallecidos en esa provincia, 40 se produjeron en Paiporta, un municipio ubicado a unos diez kilómetros de la capital valenciana, de ellos 34 en el casco urbano y seis en una residencia de ancianos de las afueras de la población.
En Valencia, este martes cayeron 445,4 litros por metro cuadrado, la mayor registrada en 24 horas en esta región desde el 11 de septiembre de 1966, cuando se acumularon 520 l/m2 en Tavernes de la Val.
Además, las lluvias torrenciales que azotan Castilla-La Mancha provocaron ya dos muertes, una en Mira (Cuenca) y otra en Letur (Albacete), donde continúa la búsqueda de cinco personas desaparecidas y hay desplazados alrededor de 300 efectivos de emergencias, mientras que en Málaga, un hombre de 71 años, que fue rescatado de su vivienda por las inundaciones que azotaron ayer parte de la provincia, murió este miércoles en el hospital al que fue trasladado.
El hombre, que tenía patologías previas, como hemiplejia, tuvo que ser rescatado y estuvo en contacto con el agua por las inundaciones, lo que se unió a la situación de estrés y el «shock» del momento.
Por otra parte, más de 70 carreteras, la mayoría de la red secundaria, están afectadas por las consecuencias de las lluvias torrenciales y más de 22.000 transportista sufren el cierre de los principales ejes de comunicación que conectan la Comunidad Valenciana con Madrid, así como el corredor Mediterráneo.
Renfe decidió suspender el servicio ferroviario en toda la línea Zaragoza-Teruel-Valencia debido al temporal y el gestor de la navegación aérea Enaire señaló que hasta media mañana se han producido 30 desvíos de vuelos, de ellos 19 en Madrid. El aeropuerto de Valencia opera ya tras haber desviado una treintena de vuelos y cancelar más de 40.
Por otra parte, mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presidió la segunda reunión del comité de crisis para el seguimiento de los efectos del episodio, Felipe VI mantuvo este miércoles desde la Base Aérea de Gando, en Gran Canaria, una videoconferencia con la Unidad Militar de Emergencias (UME) para conocer de primera mano la situación en las zonas afectadas.
El rey Felipe pidió prudencia ante las consecuencias de las inundaciones y envió un mensaje de pésame y tristeza por la pérdida de vidas humanas y expresó su solidaridad con los damnificados y por los destrozos causados.
Sánchez visitará mañana Valencia, mientras que el próximo martes, según fuentes del ejecutivo central, el Consejo de Ministros aprobará la declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil -antes conocida como zona catastrófica- para las áreas afectadas por las inundaciones producidas por la gota fría.
Asimismo, el ejecutivo garantizó «todos los recursos que sean necesarios por parte del Gobierno de España y la Unión Europea para la reconstrucción» que deberá acometerse.