El grupo chií libanés Hezbullah anunció este domingo que su destacado comandante Ali Karaki murió el viernes en el mismo bombardeo israelí que mató al máximo líder del movimiento, Hasán Nasrala, en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.
«La Resistencia Islámica trae al pueblo de la resistencia y a los mártires al gran líder yihadista Hajj Ali Karaki alias Abu al Fadl, quien fue martirizado con un grupo de sus hermanos combatientes en la criminal incursión sionista en Haret Hreik», confirmó el grupo en un comunicado.
Según la nota, Karaki comandaba las operaciones del grupo en el sur del Líbano desde 1982, por lo que tuvo un papel «histórico» durante el fin de la invasión israelí a esa región en 2000 y también durante la posterior guerra librada por las partes en el verano de 2006.
Asimismo, fue en todo momento el «responsable directo y de campo de la dirección del Frente Sur, con todos sus ejes y unidades» durante los enfrentamientos fronterizos iniciados el pasado 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra de Gaza.
Karaki ya había sobrevivido a otro ataque aéreo contra el Dahye poco días antes, cuando Hezbullah salió a negar informaciones sobre su fallecimiento que emergían desde Israel y a afirmar que su alto mando se había «movido a un lugar seguro» tras el bombardeo fallido.
Al menos parte de los misiles disparados aquel día cayeron en la zona sin llegar a explotar, según medios libaneses.
Fuentes de seguridad citadas por la prensa israelí ya le describieron entonces como el responsable de la actividad militar del grupo en el sur del Líbano y aseguraron que también era un miembro del Consejo de la Yihad, el órgano del movimiento a cargo de los planes de seguridad.
En los últimos diez días, Israel ha lanzado varios bombardeos contra presuntos objetivos de Hezbullah en el extrarradio sur de Beirut, el más grave el que el pasado viernes acabó con la vida de Karaki, Nasrala y se cree que otros altos cargos aún no anunciados por la formación.