El periodista y activista solcial Carlos Julio Rojas cumplió cinco meses detenido arbitrariamente en el centro de torturas El Helicoide, sin poder recibir atención médica con un especialista de su confianza; sin acceso a la defensa privada y sin que haya comenzado el juicio en su contra
Francy Fernández, esposa de Rojas, detalló que al comunicador le impusieron un defensor público que no se ha vuelto a comunicar con los familiares. “No tenemos información de lo que pasa. Denunciamos que se siguen violando sus derechos”, denunció.
Al equipo de defensores privados no se le ha permitido asumir el caso; se trata de Alonso Medina Rosa, coordinador de la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, y los abogados y defensores de derechos humanos Eduardo Torres y Alberto Maimone.
Fernández sostiene que su esposo “prácticamente no tiene defensa: la última vez que conversé con el defensor público me dijo que Carlos Julio estaba preso por ser de Vente Venezuela, como si formar parte de un partido político fuese delito en Venezuela”.
Carlos Julio Rojas, quien también es directivo del Colegio Nacional de Periodistas, se ha convertido en víctima de retardo procesal, ya que le hicieron la audiencia de presentación y allí se detuvo el proceso.
«Nosotros exigimos la libertad plena de Carlos Julio Rojas. Mi esposo es inocente y todos los cargos que le imputaron son falsos. Está preso por decir la verdad; es un preso de conciencia”, subrayó Fernández. “Ser periodista y defensor de derechos humanos no es delito”.
Rojas conmemoró su cumpleaños en prisión, el pasado jueves, y hoy se enfrenta a dolencias de salud como aumento de la presión arterial y dolor de oídos que no han sido debidamente atendidos en el Helicoide.