El desplazamiento forzoso en el mundo ha alcanzado niveles récord y afecta directamente a 120 millones de personas, cifra que marca el décimosegundo año consecutivo de aumento, según un informe anual que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha publicado este jueves.
Según el organismo, el dato global implica que una de cada 69 personas o el 1,5 % de la población global está desplazada, casi el doble que hace una década. El año pasado, al menos 27,2 millones de personas fueron obligadas a desplazarse, aunque para varias de ellas no era la primera vez que sufrían esta situación.
El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, presentó a la prensa estos datos, apuntando que el mayor número de desplazamientos ocurren dentro de las fronteras de los países (68,3 millones). En cuanto a los desplazados fuera de las fronteras de sus países (refugiados, solicitantes de asilo y otras categorías), se trata de 43,4 millones.
Las estimaciones del ACNUR incluyen también a las personas que requieren protección internacional, aunque no tengan formalmente el estatus de refugiados, predominantemente venezolanos, que totalizan los 6,1 millones, que superan a los desplazados de Ucrania.
Grandi enfatizó que una aplastante mayoría de refugiados (69 %) buscan protección en los países vecinos y que el 75 % de todos residen en países de ingresos bajos o medios.
Los países más pobres del mundo han otorgado el asilo a uno de cada cinco de los refugiados que hay a nivel mundial, preciso.
Estados Unidos fue un año más el país que más solicitudes de asilo recibió en 2023, que fueron 1,2 millones frente a un total mundial de 3,6 millones, seguido de Alemania (329.100), Egipto (183.000), España (163.200) y Canadá (146.800).
Estos cinco países recibieron más de la mitad de todas las peticiones de asilo a nivel mundial el año pasado, presentadas por nacionales de Venezuela (314.200), Colombia (209.900), Siria (201.000), Sudan (194.900) y Afganistán (169.600).
Con información de EFE