La visita oficial a Cuba del canciller del régimen chavista, Yvan Gil, comenzó este miércoles con un encuentro con su homólogo Bruno Rodríguez, a quien consideró un «socio estratégico».
El diplomático venezolano afirmó en el encuentro en La Habana que el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, «está dando una batalla interna y externa por la construcción del socialismo en un escenario internacional cada vez más complejo y difícil».
En tanto, el ministro cubano de Relaciones Exteriores reiteró «la solidaridad invariable» hacia su estrecho aliado político regional.
«Sentimos que esta también es una ocasión especial para expresarles el pleno apoyo y la solidaridad invariable de nuestro pueblo y Estado», comentó Rodríguez.
Momentos después de la reunión, el canciller cubano escribió en la red social X que estaba «encantado» de recibir al «querido amigo» Yvan Gil, y subrayó que: «ningún bloqueo podrá acabar con la entrañable e histórica hermandad de los pueblos de Bolívar y Martí, de Fidel y Chávez».
La agenda de trabajo del canciller venezolano no es pública, aunque en la tarde tiene programado un «encuentro de cortesía» con Díaz-Canel.
El propio Gil apuntó en X antes que en «nuestra amada Cuba, donde llevaremos a cabo una agenda de trabajo productiva en colaboración con las autoridades cubanas, fortaleciendo la larga amistad, alianza y cooperación solidaria entre nuestros pueblos».
La visita de Gil ocurre a pocos meses de las elecciones presidenciales en Venezuela y en medio de una grave crisis económica en la isla caribeña.
Caracas y La Habana son estrechos aliados políticos y económicos desde la llegada al poder de la llamada revolución bolivariana, en 1999.
A partir del año 2000, Venezuela se convirtió en el principal proveedor de crudo de la isla caribeña a través de un convenio que le otorga precios preferenciales a cambio de servicios médicos y educativos.
Sin embargo, en los últimos años las ayudas de Venezuela, afectada por una grave crisis, han caído.
Con información de EFE