El número de muertos por las devastadoras inundaciones que castigan al sur de Brasil llegó a 116 este viernes y el Gobierno alertó sobre unas fuertes precipitaciones previstas para el fin de semana, que pueden agravar aún más una situación que ya es crítica.
Las previsiones en algunas regiones del estado de Rio Grande do Sul es que las lluvias alcancen entre sábado y domingo un volumen de 115 milímetros, lo cual volverá a presionar el nivel de ríos que ya están desbordados, dijo el ministro de Información, Paulo Pimenta, en una rueda de prensa junto a otros miembros del gabinete.