La defensora de derechos humanos Rocío San Miguel cumplió este jueves tres meses detenida arbitrariamente sin garantías al debido proceso.
Varias organizaciones no gubernamentales denunciaron las violaciones a los derechos fundamentales que está sufriendo San Miguel, quien está recluida en el centro de torturas del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) El Helicoide.
«Hoy, 9 de mayo, se cumplen tres meses de injusta prisión por motivos políticos de la defensora de derechos humanos, madre y académica Rocío San Miguel», escribió la ONG Justicia, Encuentro y Perdón (JEP) en la red social X.
Esta organización, además del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Civilis y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), aseguraron que el Estado venezolano «ha negado» a San Miguel el derecho a «asignar a un abogado de confianza y el acceso a su expediente para demostrar su inocencia».
En este sentido, las ONG -a las que se sumó Fundaredes- rechazaron que la activista cumpla «tres meses de prisión arbitraria, sin garantías al debido proceso y víctima de una larga cadena de violaciones a sus derechos humanos».
San Miguel, acusada por el Ministerio Público de su supuesto vínculo con una conspiración que incluía un plan de magnicidio contra Nicolás Maduro, fue detenida el 9 de febrero en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, cuando se disponía a viajar en compañía de su hija.
El fiscal general del régimen, Tarek William Saab, dijo el pasado 19 de febrero que San Miguel «entregó información» sobre sistemas de defensa militar a un embajador de la Unión Europea (UE) y a embajadas de otros tres países, que no especificó.
Saab aseguró entonces que, durante el allanamiento de la residencia de San Miguel, el 14 de febrero, se encontraron mapas, teléfonos, agendas y computadoras que prueban que «entregó información sensible» a «potencias extranjeras» en «reuniones secretas» sostenidas en Venezuela, en la UE y en Estados Unidos, con representantes diplomáticos y con militares extranjeros.
Con información de EFE