Durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Nicolás Maduro ordenó al canciller chavista Yván Gil a cerrar embajadas y consulados en Ecuador en apoyo a México, tras el asalto de la Policía ecuatoriana a su sede diplomática en Quito.
«Le ha dado instrucciones a Yván Gil para que se una a México en la denuncia contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia», dijo Maduro durante su intervención.
«Frente a ese acto aberrante de prepotencia del presidente (Daniel) Noboa (…) he ordenado cerrar nuestra Embajada en Ecuador, cerrar el Consulado en Quito, cerrar de inmediato el Consulado en Guayaquil y que regrese el personal diplomático a Venezuela, de inmediato», indicó el mandatario en el encuentro.
Maduro dio la orden al encargado de Negocios -jefe de la misión diplomática de Venezuela en Ecuador-, Pedro Sassone, que vuelva a la nación caribeña «hasta que se restituya el derecho internacional de manera expresa».
Indicó que el asalto de la Policía de Ecuador a la Embajada de México fue un «acto de barbarie», por lo que expresó su apoyo a la propuesta de México de expulsar a Ecuador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) «hasta que se disculpe ante la comunidad internacional y restituya la situación a su estado legal original».
«Debe ser restituido el (ex) vicepresidente Jorge Glas a la Embajada de México, reconocerle el asilo político, darle el beneplácito y viajar a recuperar su salud física de las torturas, en México», añadió.
Los líderes de la Celac se encuentran reunidos este martes, de manera virtual, para tratar este incidente, por el que México presentó una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en la que pide suspender a Ecuador de la ONU hasta que ofrezca una disculpa pública por allanar su sede diplomática.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió en la cumbre virtual que se sumen a su denuncia contra Ecuador en la CIJ.
López Obrador reafirmó que su querella busca «una expulsión de Ecuador de Naciones Unidas, en tanto no haya una disculpa y un ofrecimiento de no repetición, de nunca más volver a hacer una canallada» como el allanamiento a la sede diplomática de México el 5 de abril.
Con información de EFE