El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, afirmó este lunes que va a proponer poner el nombre del opositor ruso Alexéi Navalni, fallecido en prisión, al marco legal comunitario para sancionar violaciones contra los derechos humano.
«Para honrar su memoria propondré a los ministros poner su nombre a nuestro régimen de sanciones sobre derechos humanos, para que su nombre esté escrito para siempre en el trabajo de la Unión Europea de defensa de los derechos humanos», afirmó Borrell ante la prensa a su llegada a un Consejo de ministros de Exteriores comunitarios.
Este marco legal para imponer sanciones por violaciones contra los derechos humanos es similar a la Ley Magnitsky de Estados Unidos, llamada así por el abogado Serguéi Magnitsky, fallecido en prisión preventiva en 2009 después de denunciar una multimillonaria trama de corrupción que implicaba a altos funcionarios rusos.
Los ministros abordarán la situación en Ucrania y nuevas medidas restrictivas contra Rusia en una reunión a la que ha sido invitada la viuda de Navalni, Yulia Navalnaya.
Borrell dejó claro que quieren enviar un mensaje de «apoyo a la oposición política dentro de Rusia contra el régimen de (el presidente ruso, Vladímir) Putin», y lamentó que muchas personas hayan sido detenidas este fin de semana en Rusia por mostrar su simpatía con el opositor fallecido.
Sobre la posibilidad de imponer nuevas medidas restrictivas a Rusia por la muerte de Navalni, Borrell dijo que «siempre hay margen y siempre hay gente que merece ser sancionada».
En concreto, indicó que en relación con el caso de Navalni «estamos ante una situación distinta de las personas que han sido sancionadas por su contribución al esfuerzo de guerra» en la invasión de Ucrania.
«Vamos a ver de qué manera la Unión Europea puede apoyar a los ciudadanos rusos que quieren vivir en un país en libertad», concluyó.
Borrell ya atribuyó el pasado viernes a Putin la «responsabilidad exclusiva» de la muerte de Navalni, quien falleció ese día en la remota prisión del Ártico a la que fue trasladado en diciembre.
En paralelo, Borrell dijo que, cuando la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania se acerca a los dos años, la UE debe continuar su apoyo a Kiev tanto en el frente político como en el militar.
En ese contexto, los Veintisiete están preparando el decimotercer paquete de sanciones contra Rusia, con la intención de incluir en la lista a empresas chinas con las que no podrían comerciar las compañías de la UE.
Por su parte, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, dijo que la muerte de Navalni es «totalmente injustificada y no tenía que haberse producido», y agregó que su «responsable último es, evidentemente, quien le puso injustamente en prisión por motivos políticos”.
En opinión de la ministra alemana, Annalena Baerbock, Navalni «era uno de los opositores más visibles que valientemente defendió esta libertad, pero son muchos más los que acabaron en prisión por su defensa de la liberta en Rusia».
«Putin es un asesino. Putin ha asesinado a una persona que ha luchado por la libertad, por la democracia», indicó el titular estonio, Margus Tsahkna, para quien «la mejor y más clara respuesta es que apoyemos a Ucrania» porque «no podemos perder tiempo, necesita ayuda ahora».
«Cuando menos, deberíamos hablar de sanciones. Cuando un opositor es asesinado, hablamos de un paquete de sanciones», apuntó el ministro lituano, Gabrielius Landsbergis, quien apeló además a la unidad europea para mantener el apoyo militar a Ucrania a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP), en un momento en que países como Alemania quieren privilegiar la ayuda bilateral. EFE