El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo este domingo que «estamos en una situación de guerra» y hay que agilizar la entrega de armamento a Ucrania porque «no podemos esperar más», ya que la contienda puede resolverse en pocos meses en el campo de batalla.
«Todo europeo debe comprender que estamos en una situación de guerra», señaló Borrell en una mesa redonda celebrada durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
La situación en Ucrania, donde Rusia se apuntó la víspera una de sus mayores victorias desde la pasada primavera, «requiere que trabajemos juntos, más rápido y mejor» y ser «mucho más ágiles y más directos», añadió el alto representante.
«Tenemos que poder aportar financiación, poner voluntad, cambiar los procedimientos (…) Ahora, dentro de tres meses, las cosas se decidirán en el campo de batalla y no podemos esperar más», recalcó.
En el mismo foro, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo ayer -coincidiendo con la retirada de sus tropas de la ciudad de Avdiivka- que su país no tiene las armas que necesita. “No tenemos armas de largo alcance y Rusia las tiene”, dijo, y citó la inferioridad ucraniana en artillería como otro de los problemas que tiene su Ejército en esta guerra.
A juicio de Borrell, si los países de la UE hubiesen pactado los envíos de armamento y equipamientos militares a Ucrania con mayor rapidez «quizás la guerra hubiese sido diferente».
Los Veintisiete han «dudado mucho» y en «demasiadas ocasiones» por miedo a escalar en conflicto cada vez que había encima de la mesa el debate de autorizar nuevos equipos militares, como los tanques Leopard, los mísiles Patriot o los cazas F-16, señaló.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores destacó que, al final, los gobiernos europeos acabaron autorizando el envío de Leopards, Patriots y F-16, pero después de largos debates entre los socios comunitarios, y por ello Borrell les instó a «hacer más y hacerlo más rápido».
Considera que todavía hay líderes europeos que no entienden que «estamos en una situación de guerra», ya no sólo con el conflicto de Ucrania abierto sino también el de Gaza, y afirmó que el contexto actual «requiere una actitud distinta».
«En tres meses las cosas se decidirán en el frente de guerra. No podemos decir ‘esperemos a ver qué pasa en las elecciones europeas’ o ‘queremos más detalles’… estamos en otra dimensión política», dijo.
Borrell cree que hay «muchas estrategias pero poca acción», aunque de todos modos quiso poner en valor lo que ha hecho hasta ahora la UE por Ucrania y revindicó que, «con una unidad remarcable», los Veintisiete se pusieron de acuerdo para «dar armas a un país en guerra por primera vez en la historia».
Destacó, además, que la UE ha proporcionado a Kiev paquetes económico de apoyo militar y civil cuyo valor total desbanca a las sumas invertidas por los Estados Unidos, que aún está pendiente de que el Congreso de Representantes apruebe un paquete de ayuda para Ucrania que paralizan los republicanos.
Ucrania necesita municiones con urgencia para tratar de enfrentar el avance ruso en la línea del frente y, aunque agradece la multimillonaria ayuda financiera, militar y humanitaria facilitada por la UE, echa en falta el millón de municiones que esperaba haber recibido en total en marzo. Le han entregado hasta ahora el 52 % y las previsiones son que a final de año se llegue a 1.155.000 municiones.
La UE ha ayudado a Ucrania con 88.000 millones de euros, de los cuales 28.000 millones han ido destinados a armamento. Ahora ha comprometido otros 50.000 millones para cuatro años de ayuda macrofinanciera y está trabajando para aumentar el apoyo militar en 2024 con otros 5.000 millones más.
Ha formado a 40.000 militares ucranianos y tiene planificado formar otros 20.000 más de aquí al próximo verano. EFE