El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) instalaron este martes formalmente en La Habana la mesa del sexto ciclo de diálogos de paz con una sesión plenaria.
El ciclo, que arrancó este lunes con una serie de sesiones preparatorias para ventilar cuestiones preliminares, está previsto que se prolongue hasta el 6 de febrero y que aborde, principalmente, la prórroga del cese al fuego bilateral y la liberación de los secuestrados.
El cese bilateral, que entró en vigor el 3 de agosto y es el mayor acordado entre las partes hasta la fecha, concluye el 29 de enero, en plenas conversaciones en La Habana.
La representación gubernamental está encabezada por Vera Grabe y cuenta entre sus miembros al senador Iván Cepeda, mientras que al frente de la delegación del ELN se mantiene su jefe negociador, Pablo Beltrán.
En el acto formal de instalación de la mesa se firmaron los acuerdos alcanzados en el quinto ciclo de negociaciones, celebrado en México, entre los que destacan la creación de las condiciones para prorrogar el cese al fuego y la suspensión temporal de las retenciones económicas.
También se suscribieron los acuerdos previos relativos a las condiciones económicas, la participación de la sociedad civil en la paz y las llamadas zonas críticas, informó en redes sociales la delegación negociadora del ELN.
Asimismo, el negociador del ELN Nicolás Rodríguez, alias Gabino, aprovechó el acto para referirse a la reciente muerte de la senadora Piedad Córdoba, a la que se veló este lunes en Bogotá.
«Quizá fue una de las personas que en Colombia enfrentó más dificultades para asumir una posición consecuente con la paz, con la justicia, con la reivindicación de la igualdad de género y en su lucha contra el racismo», aseguró.
La delegación del ELN aseguró este lunes en redes sociales que había llegado a La Habana «con la expectativa de avanzar» en «las transformaciones que Colombia necesita» y «concretar los cambios que el país exige», como «única posibilidad de construcción de la paz».
Por su parte, el Gobierno cubano, como sede rotativa y país garante de las conversaciones, expresó su deseo de que los contactos que arrancaron esta semana propicien «nuevos avances» en el camino hacia la paz, según lo expresó en redes sociales el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Cese al fuego y secuestros
El Gobierno colombiano aspira en este ciclo a prolongar el cese al fuego y ampliar el tipo de acciones prohibidas, una cuestión en la que son clave los secuestros, por ser un método de financiación de la guerrilla.
El ELN, por su parte, afirmó que busca además en estas conversaciones las garantías de que se contribuirá a mejorar las condiciones de vida de la población civil en las regiones más afectadas por el conflicto.
En el centro de este debate estarán los secuestros, especialmente después del que sufrió Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, un hecho que ha generado dudas en la sociedad colombiana sobre el cese al fuego y las negociaciones.
Pero el Gobierno colombiano está apuntando en los diálogos hacia la dejación de las armas, como indicó el propio presidente colombiano, Gustavo Petro, en una entrevista con EFE al vincular la renovación del cese al fuego con la voluntad del ELN de «abandonar la violencia de manera definitiva».
Fuentes de la guerrilla, por su parte, subrayaron que el fin del conflicto está ligado a «la democratización del país» y a varias «transformaciones» pactadas en la agencia inicial común, algo que a su juicio se debe lograr con la participación de la sociedad civil.
Las negociaciones de paz entre la administración del presidente Petro y el ELN comenzaron en 2022 en Venezuela, tras permanecer cuatro años paralizadas, durante la presidencia de Iván Duque en Colombia (2018-2022).
Cuba -uno de los países garantes del proceso de paz- acogió entre mayo y junio del año pasado el tercer ciclo de encuentros luego de los celebrados en Venezuela y México, en 2022. Los siguientes ciclos de la Mesa de Diálogos retornaron a Caracas y Ciudad de México.
El Gobierno de La Habana ha expresado reiteradamente su «invariable compromiso» con la paz en Colombia.
EFE