Más de 1.500 personas han muerto en lo que va de año en Bangladesh a causa del peor brote de dengue registrado en el país asiático, superando con creces el máximo histórico de 281 del año pasado.
Al menos 24 personas fallecieron en la última jornada a causa de esta enfermedad, elevando el número total de muertos a 1.520 entre enero y noviembre, informó la dirección general de servicios de salud de Bangladesh.
Las autoridades han reportado además un total de 296.665 infecciones por esta infección viral transmitida por mosquitos hembra, principalmente de la especie Aedes, en lo que va de año.
Estos datos contrastan con las 281 muertes registradas en 2022, que ya entonces supusieron un número récord.
Expertos y activistas por el derecho a la salud han acusado a las autoridades del país asiático de negligencia.
«Se trata únicamente de un problema de gobernanza. Aquellos que son responsables de controlar la epidemia no muestran ninguna preocupación, la situación no habría sido tan grave si no se hubiesen tomado medidas adecuadas», dijo a EFE el entomólogo y presidente de la Sociedad Zoológica de Bangladesh, Manjur Ahmed Chowdhury.
Los casos de dengue en la región suelen comenzar a aumentar a partir de julio y se reducen en octubre, coincidiendo con la temporada de lluvias que propicia la reproducción de los mosquitos portadores, pero este año las muertes han continuado en noviembre a pesar de la bajada de las temperaturas.
Algunos expertos han advertido de que factores como el cambio climático, la urbanización no planificada o la mala gestión del suministro de agua contribuyen a aumentar la incidencia de la enfermedad.
«Puede que los casos bajen con la llegada del invierno, pero las larvas del mosquito Aedes continuarán inactivas. El año próximo podría ser catastrófico a menos que sus hábitats sean destruidos», dijo a EFE Afroza Sultana, entomóloga y profesora en la Universidad Jagannath.
Entre los síntomas de la enfermedad se incluyen dolor de cabeza, dolores musculares y articulares y erupciones en el cuerpo, así como una prolongada fatiga. EFE