La búsqueda de Robert Card, un militar estadounidense en la reserva que acabó con la vida de 18 personas en dos tiroteos el pasado miércoles en la ciudad de Lewiston (Maine), se centra este viernes en el río junto al que se encontró el vehículo en el que presuntamente huyó.
Así lo informó en una rueda de prensa Mike Sauschuck, comisionado del Departamento de Seguridad Pública de Maine. En el área del río Androscoggin cercana al municipio de Lisbon se realizará una búsqueda de «posibles cuerpos» con buzos, robots subacuáticos y sónares.
«Con esto no estamos diciendo que sepamos que el sospechoso está en el agua. Lo que digo es que verán mucha actividad aquí», afirmó Sauschuck, quien detalló que desde que se produjo el suceso se han recibido más de medio millar de «pistas y sugerencias» que han llegado «del público en general, de varias comunidades».
El vehículo del posible autor de los tiroteos fue localizado el mismo miércoles en Lisbon, a unos 12 kilómetros de Lewiston, cerca de un embarcadero del mencionado río.
Además, se han recibido declaraciones de más de 70 testigos que presenciaron lo sucedido la noche del miércoles en el boliche Spare Time Recreation, donde estaba celebrándose un torneo de bolos para personas sordas, y en el restaurante bar Schemengees, a pocos minutos de distancia.
En ambos lugares irrumpió Card, un militar en la reserva de 40 años con un historial de problemas mentales, que está armado y es peligroso.
Sauschuck confirmó que continúa la petición a la población de resguardarse en sus domicilios y que esta vigente actualmente para Lewiston, Auburn, Lisbon y Bowdoin, donde el jueves la Policía y miembros del SWAT, el equipo de operaciones especiales del FBI, registró varios domicilios vinculados con Card.
Llegaron incluso a emitirse alertas sonoras pidiéndole a Card que saliera con las manos en alto, una acción que es parte del protocolo, detalló Sauschuck.
Sigue la petición de «Refúgiate donde estés»
La orden de «Shelter in place» («refúgiate donde estés») seguirá vigente por tanto hasta que se considere que la población está segura.
«Lo que nos importa es la seguridad de nuestras comunidades, la seguridad de nuestros residentes. Nos preocupamos por todos y cada uno de ellos y vamos a seguir luchando en su nombre para llevar a este individuo ante la justicia, porque sabemos que esto tiene un impacto en el inicio del proceso de curación», dijo.
Drones, helicópteros, perros policía, robots y efectivos policiales locales, estatales y del FBI peinan desde la noche del miércoles una boscosa zona llena de refugios, lagos y ríos.
Están en alerta los condados de Androscoggin (con unos 111.000 habitantes) y el norte de Sagadahoc (condado que tiene unos 37.000 habitantes).
Varios distritos escolares y universidades en el sur de Maine anunciaron que seguirán cerrados este viernes. Así lo harán las Escuelas Públicas de Lewiston, al igual que las de Auburn, Brunswick y Lisbon.
La difícil identificación de los cuerpos
Siete personas murieron en el boliche, ocho en el restaurante y otras tres después de haber sido trasladadas al hospital.
Card afronta de momento ocho cargos por asesinato, porque esa es la cifra de víctimas ya identificadas, pero se espera que el número de cargos iguale al de fallecidos. El autor disparó con un AR15, un rifle de asalto que es conocido por tener efectos devastadores en los cuerpos de las víctimas que muchas veces dificultan su identificación.
Aunque no hay una confirmación oficial, pues la policía está dando datos a cuentagotas con la escusa de que es «una investigación en curso», la prensa ya ha empezado a dar a conocer las identidades de los fallecidos. Entre ellos está Tommy Conrad, de 34 años, el gerente de la bolera.
También Joseph Walker, manager del bar Schemengees y Michael Deslauriers, que estaba jugando a los bolos con su familia, así como un amigo de este.
El suceso de Lewiston se ha convertido ya en el tiroteo más mortífero que afronta Estados Unidos en lo que va de año.
Según la organización Gun Violence Archive, este 2023 ha habido 566 tiroteos masivos, aquellos en los que en un solo incidente hay al menos cuatro personas heridas o muertas, sin incluir al perpetrador. EFE