El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que otros 250.000 estadounidenses podrían morir de COVID-19 entre esta y la última semana de enero, un pronóstico más alto que el dado anteriormente por los funcionarios de salud, ya que el país experimenta un aumento en nuevas infecciones y hospitalizaciones.
Durante una mesa redonda virtual el miércoles con propietarios de pequeñas empresas, Biden advirtió que diciembre podría ser el momento más difícil de la pandemia hasta ahora.
“Es probable que perdamos otras 250.000 personas muertas entre ahora y enero”, manifestó el mandatario.
En este sentido, Joe Biden exhortó a los estadounidenses a abstenerse de viajar por Navidad. Incluso, señaló que “con todos los problemas por los que está pasando, no puede viajar durante estas vacaciones, tanto como quiere”.
También reveló que este año para el Día de Acción de Gracias, la familia Biden realizó una celebración moderada: Biden solo se reunió con su esposa, hija y yerno que viven cerca de él en persona, mientras que el resto de la familia estaba conectada a través de videollamada.
“La Navidad va a ser mucho más difícil”, dijo el presidente electo. “No quiero asustar a nadie aquí, pero entienda los hechos”.
Por su parte, el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Robert Redfield, proyectó el pasado miércoles al menos 200.000 decesos más por el nuevo coronavirus en diciembre.
“De hecho, creo que van a ser el momento más difícil en la historia de la salud pública de esta nación”, aseveró.