Amnistía Internacional envió una carta al presidente de Brasil, Luís Inácio Lula da Silva, y al ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, en la que expresa u preocupación por las declaraciones públicas realizadas por el mandatario brasileño, quien aseguró que el autoritarismo en Venezuela es «una narrativa construida».
En la carta, la organización advierte que con estas declaraciones se está «minimizando el impacto de la crisis de derechos humanos en Venezuela, en lugar de condenarla enérgicamente».
La ONG enfatizó que el Presidente brasileño «nunca debe permitir que surjan dudas sobre su compromiso con los derechos humanos, que incluyen el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición para las víctimas».
Recordó que «la Misión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas investigó la responsabilidad de las autoridades de ese país en la comisión de posibles crímenes de lesa humanidad, como detenciones y ejecuciones arbitrarias. El organismo concluyó que no existen investigaciones imparciales sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela. La impunidad motivó incluso una investigación por parte del Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI)»
Ante los dichos de Lula, Amnistía Internacional indicó que «es necesario aclarar que las violaciones de derechos en Venezuela no fueron fraguadas por una narrativa política, ya que continúan amenazando la vida y seguridad de miles de personas».
En la carta, además, emplazan a los funcionarios brasileños a «exigir al gobierno de Venezuela el cese de la política de represión; que permita a los defensores de los derechos humanos realizar su trabajo de manera segura; y que dé acceso pleno e irrestricto a los mecanismos internacionales de derechos humanos en su territorio».
Por último, instaron al Gobierno de Lula da Silva « reconocer la actual crisis de derechos humanos en Venezuela y buscar medidas para resolverla».