Las autoridades de Trinidad y Tobago evacuaron la mañana de este viernes las escuelas del país tras recibir múltiples amenazas de bomba.
En los mensajes recibidos en las escuelas se informaba de que había «explosivos colocados en los edificios» y que pretendían «matar a todo el mundo».
«Nadie quedará vivo. Trinidad sangrará, muy pronto se derramará un mar de sangre», amedrantaban los textos, según explicaron las autoridades.
En este contexto, el Servicio de Policía de Trinidad y Tobago (TTPS, por sus siglas en inglés) y el ministro de Seguridad Nacional, Fitzgerald Hinds, aseguraron que los responsables serían perseguidos y tratados conforme a la ley.
El TTPS declaró que está «investigando activamente todos estas amenazas, ya que estos incidentes se tratan de alta prioridad».
«Las amenazas de bomba no se toman a la ligera y, por tanto, la Policía, el Servicio de Bomberos y los demás elementos (de seguridad) ya se están ocupando de tratar la situación», subrayó Hinds en un comunicado.
La Policía precisó que había recibido más de 10 de amenazas de bomba en las escuelas y «los informes preliminares indican que estas amenazas fueron enviadas a través de correo electrónico».
Por su parte, el presidente de la Asociación Unificada de Profesores de Trinidad y Tobago (TTUTA, en inglés), Martin Lum Kin, indicó que las escuelas de todo el país fueron desalojadas.
Lum kin aseveró que espera que las autoridades competentes puedan investigar el asunto rápidamente «y que salga algo de él».
Del mismo modo, en un comunicado, el Ministerio de Educación de Trinidad y Tobago declaró que, tras las amenazas, «en todos los casos se ha evacuado a los alumnos» y que está trabajando estrechamente con las distintas fuerzas del orden «para resolver esta situación».
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, dijo la semana pasada durante un simposio sobre el crimen en el Caribe, que la violencia que se registra en la zona está «amenazando con destruir» este «paraíso» terrenal.
Con información de EFE