Este viernes 14 de abril se cumplen 10 años de las cuestionadas elecciones presidenciales que llevaron a Nicolás Maduro a la Presidencia de la República en el año 2013.
Maduro se impuso por una diferencia de apenas 223.599 votos, menos de 2 puntos porcentuales, sobre el candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, quien denunció que en el proceso comicial hubo más de 3 mil irregularidades, razón por la cual solicitó un recuento de los votos, comparando las actas de escrutinio, con los cuadernos de votación y las papeletas.
Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE), comandado por Tibisay Lucena, rechazó esta solicitud, y solo se limitó a autorizar una segunda fase de la auditoría de verificación ciudadana.
También el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), presidido por la magistrada Gladys Gutiérrez, rechazó el recurso introducido por el equipo de Capriles para impugnar la elección.
El presunto fraude generó protestas ciudadanas en diversas ciudades del país, que fueron reprimidas por militares, policías y civiles armados pro-gobierno, con un balance de 13 personas asesinadas según registros del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
Maduro responsabilizó a Capriles por la violencia y lo amenazó con tener que enfrentar a la justicia. En ese contexto, Capriles pidió a sus seguidores cesar las manifestaciones, y en su lugar pidió tocar cacerolas y poner salsa como señal de protesta durante la proclamación y juramentación de Maduro, a quien acusó de «robarse la elección».