Al menos 36 personas han muerto tras la colisión de dos trenes al norte de Larissa, en Grecia central, informó el Cuerpo de Bomberos, mientras 66 personas permanecen hospitalizadas, seis de ellas en unidades de cuidados intensivos.
En total, unas 130 personas resultaron heridas, mientras continúa la búsqueda de pasajeros entre los restos de los trenes.
Los bomberos estiman que probablemente aumente el número de muertos, ya que entre los restos del tercer vagón de pasajeros, donde han recuperado los últimos dos cuerpos sin vida, hay aún una decena de cadáveres.
Los heridos más graves se encuentran en el hospital de Larissa.
En los dos trenes, uno de pasajeros y otro comercial, viajaban 346 viajeros y 20 tripulantes, explicó la empresa ferrocarril Hellenic Train, perteneciente desde 2017 al grupo italiano FS Italiane.
El tren de pasajeros cubría la ruta Atenas-Salónica, mientras que el tren comercial, que probablemente transportaba chapas metálicas, cubría la ruta Salónica-Atenas.
Los trenes chocaron poco antes de la medianoche local cerca de Tempe, una pequeña localidad situada en un valle donde se encuentra un túnel ferroviario, a unos 300 kilómetros al norte de Atenas.
Varios vagones descarrilaron y al menos tres se incendiaron en el accidente.
Según la prensa local, el jefe de estación y el representante de la empresa fueron interrogados por la policía, mientras que la Fiscalía ha emitido una orden para que se investiguen las causas del siniestro.
Todo indica que los trenes, operados ambos por Hellenic Train, circulaban en la misma vía a gran velocidad en el momento del choque, por lo que los respectivos conductores y otros miembros de las tripulaciones murieron en el accidente.
Las primeras pesquisas apuntan a un error humano.
El presidente del gremio de conductores de trenes de Grecia, Kostas Geridunias, denunció en la televisión privada de ERT el estado de deterioro en el que se encuentra la infraestructura ferroviaria del país.
“Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo», señaló.
Por estas razones, los conductores dependen casi por completo de las informaciones que reciben de los jefes de las estaciones pertinentes, recalcó Geridunias.
Unas 250 personas que resultaron ilesas o con heridas leves fueron trasladadas en autobuses hacia Salónica, situada a 130 kilómetros al norte del lugar del accidente, donde según un testigo se viven escenas «apocalípticas».
Debido a la gravedad de la colisión, restos de los dos trenes han salido despedidos a una gran distancia.
El gobernador de la región de Thessalia, Kostas Agorastos, dijo en declaraciones a ERT que los dos trenes se encontraban en la misma vía en el momento de la colisión. EFE