Equipos de búsqueda canadienses están trabajando para recuperar los restos del objeto volador que fue derribado el sábado por aviones de combate en una remota zona del noroeste de Canadá, dijo este domingo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Trudeau reveló que equipos canadienses ya se encuentran en el área en que cayeron los restos del artefacto.
Trudeau añadió que se tomó la decisión de derribar el objeto cuando volaba sobre el territorio canadiense de Yukon, a unos 12.000 metros de altura y a 160 kilómetros de la frontera de Canadá con Alaska (EEUU), por el riesgo que suponía para la aviación.
«Era una amenaza para la aviación civil y una potencial amenaza para los canadienses», añadió Trudeau.
Aunque las autoridades canadienses esperaron a derribar el objeto hasta que fue posible identificarlo visualmente, el Gobierno no ha querido ofrecer ningún detalle sobre el artefacto.
La ministra de Defensa de Canadá, Anita Anand, se limitó a decir el sábado que era un objeto de forma cilíndrica similar, pero más pequeño, al globo chino derribado el 4 de febrero por Estados Unidos frente a las costas de Carolina del Norte.
Trudeau afirmó que el análisis de los restos será «muy importante» para determinar su naturaleza.
El primer ministro canadiense reveló el sábado que la trayectoria del objeto derribado sobre Yukon había sido vigilada por el Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (Norad) durante 24 horas.
Fuentes gubernamentales citadas por la radiotelevisión pública canadiense, CBC, señalaron que el objeto entró en el espacio aéreo canadiense tras pasar por Alaska.
El objeto fue derribado el sábado por un misil de infrarrojos AIM-9X disparado por un avión de combate estadounidense F-22 a las 15.41 hora de Ottawa en la zona central del territorio de Yukon.
El F-22 operaba junto con aviones de combate canadiense CF-18 y un avión de patrulla CP-140 Aurora, también de la Fuerza Aérea de Canadá.
Las autoridades militares canadienses dijeron que el F-22 estadounidense fue el encargado de disparar el misil porque en el momento en el que se emitió la orden era el que se encontraba en la mejor posición para derribar el objeto. EFE