Unos 5.000 migrantes de diversos países protestaron este lunes en la frontera sur de México, donde ingresaron por la fuerza a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) del Gobierno.
Los migrantes se congregaron desde el fin de semana, por lo que crearon una larga fila y cerraron una calle por completo a las afueras de la Comar en Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala.
Los extranjeros se cansaron de estar a la espera de que las autoridades mexicanas atiendan sus peticiones de asilo.
Los migrantes son -en su mayoría- haitianos, venezolanos, cubanos, peruanos, panameños y de otros países de Centroamérica, y se han amontonado ante la escasa presencia de las autoridades.
Yanela, migrante de Cuba, denunció que se mantienen sin respuesta en la vía pública, por lo que consideró que las autoridades deben organizar a las personas por países para que pueda haber mayor orden y agilidad en sus trámites. “Nosotros queremos papeles para permanecer en México de manera legal y seguir la travesía para la frontera norte con Estados Unidos”, contó.
Los migrantes llegaron desde la noche del domingo a dormir para ocupar un lugar para ingresar y tomar un turno.
“Nosotros entramos el 31 de diciembre, vimos gran aglomeración de personas, se convierte en un verdadero caos y desorden, por lo que es importante que se tome cartas en el asunto por parte de las autoridades, porque esto puede salirse de control”, comentó el cubano Jordi Armando.
Además, la Comar recibió más de 111.000 peticiones de asilo en los primeros 11 meses del año pasado, con lo que 2022 cerraría como el segundo año con más solicitudes en México desde que hay registro.
Con información de EFE