Argentina y Francia, que han eliminado en semifinales a Croacia (3-0) y Marruecos (2-0), respectivamente, disputarán una final inédita en la historia de la Copa del Mundo de fútbol.
Será la sexta final para Argentina, que se proclamó campeona en casa en 1978 y en México 1986 y la cuarta para Francia, ganadora también como local en 1998 y en la pasada edición de Rusia 2018.
Ambas selecciones están empatadas con Uruguay con dos títulos, a dos de Alemania y de Italia, y a tres de la pentacampeona Brasil. Inglaterra y España, con uno, completan el palmarés del Mundial.
Argentina ha tenido como rivales en sus finales a Uruguay, Países Bajos y Alemania (dos bajo la denominación de Alemania Federal); y Francia se ha medido por el título a Brasil, Italia y Croacia.
Final Soñada
Leo Messi y Kylian Mbappe frente a frente. Los dos principales reclamos en cuanto a estrellas del firmamento futbolístico antes y durante la competición, compañeros en el París Saint Germain, abanderan los sueños de la Albiceleste y de los ‘bleus’ y centran el interés absoluto de dirigentes, seguidores.
Messi dispuesto a alcanzar su gran anhelo, la muesca que le queda en su dilatada y más que exitosa carrera, el título universal, y a situarse en el Olimpo junto a Diego Armando Maradona, por si podía haber alguna duda, y para zanjar un debate tan eterno como innecesario, pero ineludible.
Y Mbappe que a sus 23 años podría sumar su segunda estrella de campeón tras la que consiguió hace cuatro años en el estadio Luznhiki de Moscú ante la selección croata. Está ya instalado entre lo más granado del presente y, al ritmo que marcha, está llamado a seguir batiendo récord tras récord.
Con información de EFE