Estados Unidos «no parará» hasta lograr la liberación del exmarine estadounidense Paul Whelan, encarcelado en Rusia desde 2018 y acusado de espionaje, prometió este jueves el secretario de Estado del país norteamericano, Antony Blinken.
Así se expresó el líder de la diplomacia estadounidense después de que Estados Unidos y Rusia llevaran a cabo un intercambio de prisioneros entre la jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner y el traficante de armas ruso Víktor But.
«Hemos hecho todas las ofertas posibles a nuestro alcance para lograr la liberación de Paul, pero no ha habido manera de traerlo a casa con Brittney», dijo Blinken durante una rueda de prensa en Washington.
El titular de Exteriores explicó que las autoridades rusas han dado un trato diferente al caso de Whelan, acusado de espionaje, respecto al de Griner, detenida en febrero pasado por llevar aceite de cannabis en la maleta.
Y con el canje de presos de este jueves, el Gobierno estadounidense tuvo que elegir entre «traer a uno o a ninguno», afirmó.
El secretario de Estado prometió que el Gobierno de Joe Biden permanece «absolutamente comprometido» con lograr la liberación de Whelan, condenado a 16 años de prisión y cuyo frágil estado de salud ha sido denunciado repetidamente por sus abogados.
«Estamos en contacto con su familia y seguiremos trabajando. No pararemos hasta que Paul esté en casa», aseveró Blinken.
Rusia y EEUU completaron este jueves uno de los canjes más sonados y desiguales de los últimos años al intercambiar a la baloncestista Brittney Griner, condenada por posesión de cannabis, por el traficante de armas conocido como el «mercader de la muerte», Víktor But, que cumplía 25 años de pena en una cárcel estadounidense.
«Está a salvo, está en un avión. Viene de vuelta a casa», anunció en Twitter Biden en alusión a Griner.
But fue indultado por Biden y Griner por el presidente ruso, Vladímir Putin, lo que allanó el camino para su intercambio el jueves en los Emiratos Árabes Unidos. EFE