El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó «una presencia estatal que permita asistencia a las personas que están recorriendo la ruta de la muerte«, en referencia a la peligrosa selva del Darién, que muchos migrantes tienen que atravesar en su camino hasta Estados Unidos.
En un acto en el que posesionó a varias autoridades, entre ellas el nuevo director de Migración Colombia, Carlos Fernando García Manosalva, Petro insistió en que esta situación «merece especial atención», publica la agencia EFE.
«El Darién debe tener una ruta de asistencia del Estado colombiano. Yo pienso que nuestro papel es asistir, en una zona geográfica que, como sabemos, es dificilísima«, explicó el mandatario, que mencionó la necesidad de «una presencia estatal que permita asistencia a las personas que están recorriendo la ruta de la muerte».
«Ojalá no la recorrieran, pero me parece fundamental, porque es mejor que el Estado esté, a que no esté, con las cosas que están ocurriendo allí a miles de personas, incluidas colombianos y colombianas«, sostuvo.
Migración venezolana
También aprovechó para hablar de la situación de los migrantes venezolanos que llegaron en los últimos años a Colombia y lamentó que «hasta ahora hay un estatuto especial que permite permanecer Colombia, pero no permite acceder a los derechos en Colombia«.
En este sentido, reclamó «avanzar con los recursos que internacionalmente se han otorgado durante todos estos años últimos, con un tratado que hay que impulsar a nivel latinoamericano, a nivel de la Comunidad Andina», con la intención de «lograr la plena integración de las personas que provienen de Venezuela a Colombia».
Esto suponer «habilitar a esta población a integrarse productivamente», mientras que tiene un valor fundamental «la escolaridad». «Una tarea fundamental es la homologación rápida de títulos, tanto de colombianos allá, que son millones, como de venezolanos acá, que también son millones», agregó.
Por último, concluyó que «todas las órdenes de prohibición de entrada al país, que expidió el pasado Gobierno por sectarismo político, deben ser levantadas. Este es un país de libertad», según el presidente, quien añadió que «ese tipo de actitudes dictatoriales no se debe establecer como política ni de la Cancillería ni de Migración».
El Tapón del Darién es la selvática y peligrosa frontera natural entre Colombia y Panamá por la que pasan miles de migrantes diariamente a pie, en los últimos años en su mayoría venezolanos, haitianos y cubanos en su tránsito hacia Norteamérica.