El rey Carlos III fue sorprendido este viernes a su llegada al Palacio de Buckingham, cuando fue besado por una mujer mientras saludaba a los ciudadanos que se acercaron para dar el último adiós a su madre, Isabel II.
A su llegada de Escocia, junto a la reina consorte Camilla, Carlos se tomó unos minutos para saludar a los ingleses que se concentraron frente a la residencia de la familia real.
Durante los saludos, una mujer rompió el protocolo, puso su mano sobre el hombro del rey, acercó su cara y lo besó la mejilla. A Carlos no pareció molestarle y respondió con una sonrisa, para continuar su camino saludando al resto de las personas.