Este jueves murió, a los 96 años de edad, la monarca británica Isabel II del Reino Unido.
Elizabeth Alexandra Mary Windsor, nació el 21 de abril de 1926 y estuvo por 70 años al servicio del Reino Unido y de otros catorce Estados independientes constituidos en reino y que forman parte de la Mancomunidad de Naciones:
- Reino Unido,
- Canadá,
- Australia,
- Nueva Zelanda,
- Jamaica,
- Bahamas,
- Granada,
- Papúa Nueva Guinea,
- Islas Salomón,
- Tuvalu,
- Santa Lucía,
- San Vicente y las Granadinas,
- Belice,
- Antigua y Barbuda
- San Cristóbal y Nieves
Como monarca del Reino Unido también fue la gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra. Su papel político abarcó grandes áreas, funciones constitucionales significativas y foco de la unidad nacional de los británicos y como representante de su nación ante el mundo.
Su vida
Primogénita de los duques de York y tercera nieta del rey Jorge V de Inglaterra, se convirtió en la heredera del trono cuando su padre fue coronado en 1936 con el nombre de Jorge VI, tras la abdicación del hermano de éste, Eduardo VIII. En marzo de 1945, poco antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial, ingresó en el Servicio Auxiliar de Transporte.
Dos años más tarde, en 1947, Isabel contrajo matrimonio con el teniente Felipe de Mountbatten, príncipe de Grecia y Dinamarca, más conocido a raíz de este enlace como Felipe de Edimburgo. Felipe e Isabel recibieron el título de duques de Edimburgo. Fruto de esta unión serían sus cuatro hijos:
- Carlos, príncipe de Gales y heredero del trono, nacido en 1948;
- la princesa Ana, nacida en 1950;
- Andrés, duque de York, nacido en 1960 y,
- Eduardo, conde de Wessex, en 1964.
Pero Isabel II no pudo evitar que los escándalos familiares. El año 1992 (que la misma soberana calificó de annus horribilis) fue un punto de inflexión al divulgarse las desavenencias conyugales de sus hijos: el príncipe Andrés se separó de Sarah Ferguson, las tensiones entre Carlos de Inglaterra y Diana de Gales pasaron al dominio público, y se consumó el divorcio de la princesa Ana, separada tres años antes de Mark Phillips.
Por si fuera poco, un incendió que causó cuantiosos daños materiales en el Palacio de Windsor, residencia de la reina, originó ese mismo año una agria polémica: el gobierno anunció precipitadamente que correría con los gastos de las reparaciones, sin tomar en cuenta ni el fabuloso patrimonio ni las exenciones fiscales de que disfrutaba la monarquía. El resultado de todo ello fue un fuerte descenso de la popularidad de la institución.
La crisis se recrudeció con el divorcio del príncipe Carlos (1996) y tras el fallecimiento en un accidente automovilístico (agosto de 1997) de su exesposa, la princesa Diana de Gales, en quien el pueblo vio una víctima tanto del comportamiento adúltero del príncipe Carlos como de la insensibilidad de la familia real.
Las repercusiones que tales hechos tuvieron en la opinión pública indujeron a Isabel II a buscar nuevos caminos de acercamiento al pueblo, y dedicó desde entonces múltiples esfuerzos a ofrecer una imagen menos fría y protocolaria de la corona.
Los pocos que la conocieron, debido a que casi nunca concedió entrevistas, señalaron su alto sentido del deber y el apego a la tradición como los principales rasgos de su carácter; fue ordenada y práctica, gustó de los juegos de salón y de los rompecabezas, y siempre mostró pasión por los caballos y los perros.
Sus jubileos de plata, oro, diamante, zafiro y platino fueron celebrados en 1977, 2002, 2012, 2017 y 2022 respectivamente.
Con información de Biografías y Vidas