Tres albergues para migrantes fueron abiertos esta semana por la iglesia católica en Costa Rica, ante el arribo masivo de caminantes venezolanos que buscan llegar a Estados Unidos y que se quedaron sin recursos económicos en su paso por la selva del Darién.
La Asociación Obras del Espíritu Santo (AOES) asumió este desafío que permitirá atender a centenares de migrantes, especialmente a los que llegan con niños, muchos de estos enfermos con infecciones respiratorias y gastrointestinales, además de virus por picaduras de mosquitos, enfermedades adquiridas en la inhóspita selva, publica el portal de noticias EnFrontera.com.
Entre enero y julio de este año, 71.012 migrantes, la mayoría venezolanos, se han visto obligados a arriesgar sus vidas a través de las trochas que en el llamado Tapón del Darién permiten pasar de Colombia a Panamá.
Aunque la cifra es elevada, investigadores en migración alertan que tenderá a aumentar, debido a que los venezolanos que no se han logrado integrar económicamente en países de América Latina a los que hicieron su primera migración, ven a Estados Unidos como su única opción para conseguir protección y empleos con salarios dignos.
Con información de EnFrontera.com