La situación de Venezuela salió a relucir en el primer debate de los candidatos presidenciales para las elecciones del próximo 2 de octubre en Brasil.
El debate televisado reunió a los seis principales candidatos, entre ellos el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quienes encabezan las encuestas de intención de voto y protagonizaron los choques más tensos de la noche, con acusaciones de corrupción y críticas sobre las ayudas sociales.
En su intervención final, Bolsonaro sacó a relucir las afinidades políticas de Lula con otros líderes de izquierda latinoamericanos, afirmando que aplicaría en Brasil las mismas políticas de estos.
«El expresidiario apoyó a Chávez, apoyó a Maduro. Y mira cómo está Venezuela», dijo Bolsonaro al destacar que diariamente más de 500 migrantes venezolanos cruzan hacia Brasil huyendo de la crisis humanitaria en su país.
Bolsonaro también resaltó el vínculo de Lula con el presidente Alberto Fernández, quien lo visitó cuando estuvo en prisión, de quien criticó la profunda crisis económica que atraviesa Argentina. También señaló que Lula apoyó en Chile a Gabriel Boric, quien «prendía fuego en el metro», a Gustavo Petro en Colombia, «que quiere liberar las drogas» y a Daniel Ortega en Nicaragua, «que arresta sacerdotes y persigue monjas».
Desde el arranque del debate, Bolsonaro sacó a relucir los casos de corrupción destapados en el Gobierno de Lula, que consideró «el más corrupto de la historia de Brasil» y, en dos ocasiones, llamó al líder opositor de «expresidiario».
Lula dijo que está «mucho más limpio» que Bolsonaro porque fue «juzgado y declarado inocente por el Supremo y por la ONU» y aseguró que «solo fue preso» por motivos políticos, para que Bolsonaro pudiera ganar las elecciones.
Otros candidatos también recordaron la corrupción del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y también señalaron presuntas irregularidades en la actualidad, en concreto, un intento de desvío de dinero público, en la compra de vacunas contra la covid-19.
El candidato Ciro Gomes, quien fue ministro en el primer Gobierno de Lula, afirmó que se distanció al PT «porque Lula se dejó corromper».