La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció este miércoles el cierre gubernamental de 11 radioemisoras y cuatro canales de televisión por cable en Nicaragua como «parte de una campaña que pretende eliminar todo vestigio de prensa independiente».
La mayoría de las estaciones confiscadas en el departamento de Matagalpa pertenecen a la Iglesia católica, una acción enmarcada en un «clima de agresiones policiales contra templos católicos y sacerdotes», alerto la SIP en un comunicado.
«Con un solo golpe, el Gobierno de Nicaragua creó un nuevo desierto informativo en el interior del país, donde las estaciones clausuradas prestaban un valioso servicio comunitario a miles de personas», dijo Jorge Canahuati, presidente de la SIP.
La clausura de las estaciones fue realizada por el Instituto Nacional de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) junto con agentes de la policía sandinista.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, indicó, por su parte, que «la Policía recurrió a un uso excesivo de violencia contra las estaciones cerradas, lo cual indica el alto grado de impunidad del que gozan las autoridades nicaragüenses en las regiones más remotas del país».
Jornet advirtió que el régimen de Ortega «ya no solo es enemigo de la libertad de prensa, sino que también ahora parece suprimir la libertad de culto y de pensamiento en Nicaragua».
Con información de EFE