El 30 de abril de 2021 las autoridades aeronáuticas de Venezuela reconocían, con bombos y platillos, al capitán Cornelio Antonio Trujillo Candor por su última operación como piloto de línea aérea, tras 46 años de trayectoria.
Las cuentas oficiales de Conviasa, el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) y del propio ministro de Transporte, Hipólito Abreu, publicaron mensajes compartiendo fotografías y videos del homenaje ofrecido al veterano.
«No es fácil, no es fácil dejarlo, porque son muchos años. La aviación es una pasión. Una persona que no sienta pasión por la aviación no puede manejarse dentro de un avión, tiene que nacerte, si no tienes eso dentro de ti, no puedes ser piloto», decía Trujillo Candor con la voz entrecortada.
Pero 10 meses después de haberse retirado volvió al ruedo y, a sus 66 años de edad, terminó involucrado en el escándalo del avión venezolano-iraní que fue retenido en Argentina.
Cornelio Antonio Trujillo Candor es uno de los 14 venezolanos y 5 iraníes que conforman la tripulación del Boeing 747-300, matrícula YV3531, propiedad de la filial de carga de Conviasa, Emtrasur. Antes de formar parte de la flota del régimen de Nicolás Maduro este avión pertenecía a Mahan Air, la aerolínea iraní sancionada por Estados Unidos por servir como un brazo logístico de la Guardia Revolucionaria iraní, también conocida como las Fuerzas Quds, y de Hezbollah.
Egresado de la Academia Militar Venezolana, de la promoción Mayor (F) Buenaventura Vivas Guerrero del año 1979, fue uno de los pilotos de combate que participó en el intento de golpe de Estado del 27 de noviembre 1992, que dejó más de 170 muertos.
El alzamiento tenía el objetivo de capturar al presidente Carlos Andrés Pérez y liberar a Hugo Chávez, quien estaba en prisión tras su golpe fallido del 4 de febrero de ese mismo año.
Tras el fracaso de la intentona, Trujillo Candor escapó a Perú con otro grupo de golpistas.
En su trayectoria militar llegó al rango de Teniente Coronel de la Aviación. En cuanto a su desarrollo profesional como piloto, fue uno de los fundadores de Conviasa y sumó más de 16 mil horas de vuelo.
Fue precisamente durante el gobierno de Hugo Chávez cuando alcanzó su mayor cargo en el sector aeronáutico: el 8 de noviembre de 2006 fue designado Gerente General de Seguridad Aeronáutica del INAC. Su nombramiento fue publicado en la Gaceta Oficial 38.559.
Hoy permanece en un hotel de Buenos Aires, sin poder regresar a Venezuela luego de que la división anti-terrorismo de la Policía Federal decomisara su pasaporte en un allanamiento. El juez federal Federico Villena, que lleva el caso, impuso prohibición de salida del país contra los 19 tripulantes del avión.