Tras más de cuatro años encarcelado, el juicio en contra del exministro y exdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), Miguel Rodríguez Torres, permanece «estancado».
Así lo denunció Juan Luis Sosa, abogado del equipo de defensa del general retirado. “A 4 años y 2 meses de su detención aún está a espera de juicio. Apenas hace unos meses se dio la audiencia de control que debió haberse realizado a los 45 días de su detención”, explicó.
La defensa asegura que la justicia militar pareciera no tener pruebas que involucren directamente a Rodríguez Torres con los organizadores del llamado Golpe Azul, caso por el cual fue detenido.
“De los delitos que se le imputaron la propia Fiscalía Militar solicitó el sobreseimiento de casi todos, dejando solamente un cargo por el cual pasó a juicio, que es Instigación a la rebelión, que es la forma de justificar su permanencia en prisión. Ahí no hay elementos de convicción, desde el punto de vista jurídico, que lo vinculen con los hechos. Él es un preso de conciencia, un preso político, un caso de persecución a la disidencia del chavismo-madurismo”, sostuvo el defensor.
Sosa explicó que el caso del ex ministro encaja en el patrón de la persecución a la disidencia, determinado por organismos internacionales de defensa de los Derechos Humanos: fue detenido sin una orden judicial, no se le permitió abogado privado en la audiencia de presentación, ha sufrido períodos de incomunicación.
Frente a este y otros casos, el abogado Juan Luis Sosa destacó «la necesidad de los gestos para el entendimiento y el acuerdo, reivindicamos el valor que tendría para el país una Ley de Amnistía que beneficie a todos los presos políticos civiles y militares o su indulto. Hay casos puntuales de largas reclusiones sin presentación, sin juicio, temas de salud pendientes, allí deberían proceder de manera inmediata medidas humanitarias”.